Acciones a balón parado en fútbol

Estrategia, acciones a balón parado en fútbol, pizarra, jugadas ensayadas… son algunos de los términos comúnmente utilizados en el mundo del futbol para nombrar aquellas acciones de inicio y/o reinicio del juego. En las siguientes imágenes se observan artículos de prensa deportiva de los últimos días donde se las nombra de distinta manera.¿Pero cuál es el concepto correcto? 

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Concepto

Es importante definir el término correcto que vamos a utilizar debido a que no encontramos un consenso al respecto. Para ello, utilizaremos las siguientes reflexiones (Maneiro, 2014):

El concepto de estrategia aplicado al fútbol no se corresponde con la organización del equipo para sacar provecho de una acción a balón parado, sino que hace referencia a la planificación global del equipo, a la organización previa, contextualizada, y recayendo la responsabilidad de su planificación en los entrenadores. Asimismo, se considera que la estrategia puede estar influenciada por la filosofía e idiosincrasia del club y su historia.

El concepto de táctica hace referencia a todas aquellas acciones que se desarrollan en los diferentes momentos del juego y que se pueden realizar para sorprender (combatir) o contrarrestar (neutralizar) a los adversarios en el transcurso de los partidos con el balón en juego. A diferencia del término estrategia, la táctica hace referencia a cada partido en particular y a la oposición, siendo la interacción con el rival la que provoca dichas acciones tácticas. La responsabilidad de la táctica recae sobre entrenadores en la medida que pueden hacer modificaciones en el momento de la planificación y en los jugadores en el momento de llevarlo a la práctica.

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El 36% de los goles en el mundial de Rusia llegaron en acciones a balón parado

Se puede afirmar que la estrategia pasa por la previsión, la planificación y el conocimiento del equipo propio y de la competición, pudiendo influir o no la singularidad e idiosincrasia del club; mientras que la táctica se refiere a las operaciones concretas en el terreno, a los pequeños eslabones de la planificación estratégica que son los partidos y que se operativizan en la lucha con el oponente y a la improvisación contextual, siempre al servicio de los objetivos más generales de la estrategia.

Riera (1995) define e indica las diferencias entre estrategia y táctica:

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A partir de esta aclaración de los conceptos estrategia y táctica, podemos indicar que el término correcto es ACCIONES A BALÓN PARADO (ABP),las cuales son las acciones motrices de los jugadores que parten de la reanudación del juego tras una interrupción reglamentaria. Estas pueden ser de “cooperación” en el caso de que se esté en posesión del balón (ofensivas) o de “oposición” si no se está en posesión del balón (defensivas) (Castaño, 2015).

Tipos de Acciones a Balón Parado.

Las acciones a balón parado son situaciones estáticas dentro de un contexto dinámico como es el fútbol (Ardá, Maneiro, Rial, Losada, Casal, 2014), ya que el juego se reanuda desde un balón parado siguiendo la normativa específica de cada tipo de ABP. 

Siguiendo la normativa que define la IFAB (The International Football Association Board), podemos encontrar las siguientes formas de iniciar o reiniciar el juego:

Acciones a balón parado en fútbol

Por otro lado, la gran mayoría de entrenadores, analistas y personal técnico disponen de su propia clasificación de acciones de reinicio. Esta clasificación se refleja la diferencia entre el tipo de Acción a Balón Parado y la zona del campo donde se reinicia el juego.

Una propuesta podría ser la siguiente:

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Beneficios – Ventajas.

Con este tipo de clasificación personal, el entrenador y su staff técnico deberán analizar, diseñar y entrenar todas las formas de reinicio del juego para nuestro equipo, con la finalidad de dar soluciones a los jugadores, en función de las características propias y del rival, y obtener ventaja en cada situación que se produzca en el partido. 

Esta circunstancia es, sin duda, un punto a favor para el equipo ejecutor, pues se halla en una situación estable, con elevada certidumbre contextual, donde el equipo atacante es dueño del reinicio del juego, y donde los rivales deben respetar cierta distancia con el jugador ejecutor, lo que le proporciona una ventaja temporal (Faria & Tavares, 1996; en Saraiva, 2007), que en el contexto dinámico del juego no se posee. En este sentido, Castelo (1999), afirma que el factor tiempo en los esquemas tácticos del juego ofrece la posibilidad y la oportunidad de que los jugadores reajusten posiciones, distancias entre los diferentes elementos, acierten marcajes y ocupen racionalmente el terreno de juego con el fin de reforzar sus potencialidades específicas, en la búsqueda constante de colocarse en condiciones favorables para marcar gol. 

Otro aspecto importante en el cual el equipo atacante se ve favorecido es en la ventaja espacial, debido a que en todas las ABP el defensor ha de encontrarse a una distancia mínima con respecto al balón (Asensio, 2015), sin poder presionar al atacante ejecutor ni recuperar la posesión del balón.

Conclusiones

Bajo mi punto de vista, considero que en una acción a balón parado el equipo atacante dispone de una ventaja favorable a nivel:

  • Temporal: se dispone de la iniciativa del juego en una situación estable y estática. El equipo atacante decide el momento de reiniciar el juego, por lo que dispondrá de tiempo suficiente para situarse y ejecutar la acción preparada previamente de una forma sincronizada. 

Es aconsejable determinar el tipo de acción a realizar y el timing de inicio de la acción. Para ello se deberían utilizar gestemas que den la información necesaria a los compañeros sin que los rivales puedan descifrar el mensaje.  

  • Espacial: la normativa indica que cualquier defensor debe situarse a una distancia mínima del atacante ejecutor del reinicio del juego, sin poder presionarle ni recuperar la posesión del balón.  

Personalmente, cuando un equipo obtiene de una ventaja espacial y temporal está disponiendo de la iniciativa del juego, por lo que esto conlleva a tener una ventaja en cada situación de reinicio del juego, favoreciendo así el aumento de las posibilidades de conseguir el éxito.

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Bibliografía

  • Asensio, (2015). El entrenador específico de acciones a balón parado. A Coruña: MC Sports.
  • Ardá, T., Maneiro, R., Rial, A., Losada, J.L., Casal, C. (2014). Análisis de la eficacia de los saques de esquina en la copa del mundo de futbol 2010. Un intento de identificación de variables explicativas. Revista de Psicología del Deporte; 23.1; 165-172.
  • Castaño, (2015). Importancia de las acciones a balón parado en el futbol. Diferencias entre competiciones. (Trabajo de fin de grado). Recuperado de https://buleria.unileon.es/bitstream/handle/10612/5165/CASTAÑO_OMAÑAS_JAVIER_SEPTIEMBRE_2015.pdf?sequence=1
  • Castelo (1999).  Fútbol. Estructura y dinámica del juego. Barcelona: INDE.
  • Maneiro, R. (2014). Análisis de las acciones a balón parado en el futbol de alto rendimiento: saques de esquina y tiros libres indirectos. Un intento de identificacióne de variables explicativas. (Tesis doctoral). Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=42792
  • Riera, J. (1995). Estrategia, táctica y técnica deportivas. Revista Apunts, 39; 45-56.
  • Saraiva, N. (2007). A importancia dos lances de bola parada (livres, cantos e penaltis) no futebol de 11. (Tesis doctoral). Recuperado de https://sigarra.up.pt/fpceup/pt/pub_geral.pub_view?pi_pub_base_id=38613

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