Metodología de desarrollo físico en fútbol base

Son muchos los entrenadores y preparadores de fútbol base que se preguntan cuales son los tiempos del desarrollo físico de los jóvenes futbolistas. En este artículo escrito intentamos dar la respuesta

INTRODUCCIÓN

El desafío clave y el éxito final para una cantera de fútbol es cómo organizar la transición óptima de jugadores al primer equipo, donde el objetivo de la mayoría de los clubes es el de desarrollar jugadores profesionales, ​​principalmente para su primer equipo.

Por lo tanto, tiene sentido invertir en la cantera para que los clubes no paguen transferencias y salarios inflados, pero se ha observado; que el gasto medio en la cantera en Europa es solo del 6% del presupuesto total del club, que el 50% de los clubes definen el objetivo de la cantera como «un valor económico añadido» y que el 60% de los clubes consideran su academia juvenil como una fuente de ingresos en lugar de una inversión. (1)

Si a todo esto se le suma el añadido de que la primera fase del proceso, la identificación de jóvenes talentos, no parece ser la idónea porque inconscientemente o no se está buscando el rendimiento inmediato y no la promoción de jugadores, nos surgen diferentes preguntas:

  • ¿Están los grandes clubs trabajando en la dirección correcta?
  • ¿La cantera solo es una fuente de ingresos?
  • ¿Realmente el objetivo es educar y promocionar jugadores para el primer equipo?
  • ¿Es más importante ganar la liga cadete, infantil, alevín… que desarrollar jugadores profesionales para el primer equipo?
  • ¿Están interponiendo sus intereses económicos a la salud de sus jóvenes futbolistas?..

En conclusión, las canteras de fútbol deberían de tener como objetivo principal el de desarrollar y educar jugadores, brindándoles la mejor oportunidad para alcanzar su máximo potencial y no el de considerarlos como una fuente de ingresos.

ESPECIALIZACIÓN TEMPRANA

Uno de los grandes problemas que nos encontramos actualmente en el fútbol es el de la especialización temprana, lo cual conllevará un mayor riesgo e incidencia de lesión (2). Esto ha sido demostrado con deportistas de alto rendimiento, en concreto en baloncesto, en la NBA, donde los jugadores que en su etapa adolescente practicaron múltiples deportes experimentaron menos lesiones graves y tuvieron carreras deportivas más largas que los que participaron en un solo deporte (3)

El problema no radica únicamente en el riesgo lesional, sino en que también esta especialización deportiva temprana puede reducir el desarrollo de habilidades motoras y la participación continua en juegos y deportes como una opción de estilo de vida (4)

Por lo tanto, la clave en todo este proceso radica en la formación, la educación e instrucción apropiada para la edad por parte de profesionales cualificados (2), es decir, surge la necesidad de invertir en estos profesionales encargados de la cantera y en educar e inculcar en este proceso tanto a padres como a jugadores, con el objetivo de promocionar jugadores altamente capacitados desde la cantera al primer equipo y así conseguir reducir el gasto en traspasos y salarios inflados.

Sesión de entrenamiento básica para un equipo de fútbol infantil – Spond  Blog

CLAVES EN EL DESARROLLO DE UN PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO ÁTLETICO CON JÓVENES FUTBOLISTAS

Clave 1: “Los niños no son adultos en miniatura”

No se debe de tratar en fútbol base a los niños como “adultos en miniatura” debido a las claras diferencias en el crecimiento físico y la estatura (5). Las variables más importantes a tener en cuenta son:

  1. Etapas de maduración.
  2. Edad cronológica.
  3. Sexo.
  4. Historial de entrenamiento.

Clave 2: “Los entrenamientos serán supervisados e impartidos por profesionales”

Los encargados de desarrollar un programa de entrenamiento para la mejora del rendimiento atlético con jóvenes futbolistas deben de ser profesionales altamente cualificados con el fin de formar, educar y entrenar de acuerdo a la necesidad de los deportistas (2) y así evitar el riesgo de lesiones y de sobreentrenamiento, aumentar su resiliencia y desarrollar de forma adecuada las habilidades físicas del fútbol (6)

El éxito de cualquier programa dependerá en gran medida del nivel de educación y la calidad de la instrucción que reciba el atleta del entrenador responsable (5)

Clave 3: “Se tendrán en cuenta todas las capacidades físicas en todas las etapas”

Se deben desarrollar todas las capacidades físicas en todas las etapas de fútbol base, sin caer en el reduccionismo de los “períodos sensibles”, aunque esto no significa que algunos métodos de entrenamiento no puedan priorizarse o reducirse en ciertos períodos (por ejemplo, priorizar el entrenamiento de coordinación motora cuando esta se deteriora durante el “peak height velocity (phv)” con el objetivo de reducir el riesgo lesional) (7)

La fuerza será el enfoque principal de cualquier programa de desarrollo (5) de futbolistas, ya que de la fuerza es la base a partir de la cual evolucionan todas las demás capacidades físicas.

Clave 4: “Pensar a largo plazo y no a corto plazo”

Se debe de pensar en un desarrollo a largo plazo centrado en el desarrollo del joven futbolista, buscando beneficios para la salud física y psicológica y no basado única y exclusivamente en los resultados de rendimiento (5)

CÓMO DESARROLLAR FÍSICAMENTE A LOS JÓVENES FUTBOLISTAS

En base a la propuesta de trabajo de la academia de fútbol del Ársenal F.C. (6) y del modelo de rendimiento de Al Vermeil´s, he creado el siguiente modelo de trabajo para jóvenes futbolistas (figura 1), el cual tiene las siguientes características:

desarrollo futbol base

Figura 1: “Metodología de entrenamiento en jóvenes futbolistas en futbol base”. Elaboración propia

1. Evaluación

Todo deportista que participe en un entrenamiento de mejora del rendimiento debe ser evaluado. Este proceso de evaluación ayudará a conseguir una información muy valiosa y necesaria para el diseño del programa de entrenamiento.

El principal objetivo es individualizar el entrenamiento y poder adaptarlo a las necesidades de cada futbolista y categoría. Para ello, se tendrán en cuenta aspectos claves como:

  • Edad cronológica
  • Etapa madurativa (maduración temprana, maduración promedio o tardía): si se monitorea rutinariamente la estatura y masa corporal de un niño cada 3 a 6 meses durante la niñez, se pueden calcular las tasas de crecimiento, el porcentaje de la estatura adulta y las predicciones de la edad a partir del PHV. Usando estas medidas, se puede aproximar el estado de madurez de un niño en fútbol base, proporcionando así una estimación más sólida de su edad biológica (8). 
  • Sexo: durante los años prepúberes, los niños y las niñas seguirán tasas similares de desarrollo en el crecimiento y la maduración y, a pesar de las diferencias sexuales constantes, la fuerza, la velocidad, la potencia, la resistencia y la coordinación se desarrollarán de forma similar para ambos sexos durante la infancia. Tras el inicio de la aceleración del crecimiento en la adolescencia, son muy claras las diferencias de maduración para casi todas las capacidades físicas, donde hombres logran mayores mejoras a excepción de la flexibilidad (5)
  • Historial de entrenamiento: antes de tener en cuenta la edad cronológica o biológica se deberá de tener en cuenta la edad de entrenamiento, la cual se puede definir cómo el número de años que un atleta ha estado participando en un entrenamiento formalizado (5). De esta manera sabremos cual es el punto de partida del futbolista.
  • Historial lesivo y riesgo de lesiones: será muy importante conocer tanto la gravedad como la incidencia lesional del joven futbolista. Por otro lado, se tendrá en cuenta el riesgo lesional relacionado con las diferentes etapas de crecimiento y maduración (8)
  • Déficits en los patrones de movimiento: el buen dominio de los patrones de movimientos es esencial para el desarrollo y el rendimiento físicos seguros y efectivos a largo plazo en los atletas jóvenes en fútbol base (6)
  • Déficits de fuerza, movilidad, estabilidad, dismetrías…

2. Desarrollo de una competencia funcional

El segundo paso será el de capacitar al joven futbolista con un correcto desarrollo de las habilidades fundamentales de movimiento (FMS) y de patrones de movimiento (figura 2).

Debe tenerse en cuenta que las FMS siempre deben estar presente dentro de cualquier programa de fuerza y acondicionamiento, para cualquier atleta y en cualquier edad (5), ya que desarrollar un alto nivel de competencia en las FMS aumentará la probabilidad de participación a largo plazo en la actividad física (9)

Por lo tanto surge la necesidad de entrenar movimientos y no estructuras, asumiendo la importancia del sistema nervioso central (10), con el objetivo de satisfacer las necesidades relacionadas con mantener posturas, generar movimientos y soportar fuerzas inesperadas en fútbol base (11)

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Figura 2: “Patrones de movimiento deportivos”. Adaptado de Lloyd et al., (2018).

3. Desarrollo de la fuerza

El tercer paso, una vez adquirido una buena base técnica y competencia funcional, será el de aumentar la calidad física de la fuerza. 

Se ha visto que los niños pueden participar de manera segura y efectiva en el entrenamiento de fuerza, cuando es prescrito y supervisado por personal debidamente calificado (5), es más, el desarrollo de la fuerza muscular debe de verse no solo para mejorar el rendimiento sino también para reducir el riesgo de lesiones relacionadas con el deporte.

En esta fase se tendrá en cuenta la etapa madurativa del futbolista ya que después del PHV se podrá poner el énfasis en el entrenamiento para la hipertrofia. En consecuencia, a esto se enfatizará en un desarrollo de la fuerza antes de la adolescencia, y después de la adolescencia, el entrenamiento de fuerza debe intercalar con episodios de entrenamiento de hipertrofia con el objetivo de conseguir mayores ganancias en la fuerza muscular (5)

Este trabajo de fuerza en fútbol base irá focalizado en una fuerza funcional basado en las cualidades específicas del fútbol(fuerza de lucha, fuerza de desplazamiento, fuerza de salto…), pero tendrá la siguiente progresión (figura 3) (9):

  1. El enfoque inicial debe estar en mejorar la capacidad del atleta para producir fuerza con control.
  2. Después se puede poner énfasis en aumentar la tasa de producción de fuerza, ya que la mayoría de los deportes o actividades recreativas requieren expresiones rápidas de fuerza. 
  3. Finalmente, la aplicación de fuerza irá orientada en la dirección requerida y en las tasas apropiadas.
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Figura 3: “Progresión en el entrenamiento de fuerza en fútbol base”. Adaptado de Lloyd et al., (2018).

4.Desarrollo físico dentro de un contexto específico de fútbol.

El cuarto paso será el de incorporar estrategias de desarrollo para todas las capacidades físicas dentro de un contexto específico del fútbol en fútbol base. Esto significa que el acondicionamiento físico del jugador debe completarse utilizando actividades estrechamente relacionadas con el juego (6)

Esta fase debería focalizarse en una etapa juvenil con el objetivo de rendimiento deportivo (promocionar jugadores altamente capacitados al primer equipo) y no enfatizarla en los grupos de menor edad con el fin de evitar la especialización temprana.

Se destacará la importancia de la monitorización y periodización del contenido del jugador para asegurarse de que se está adaptando positivamente y no entra en un estado de sobre o bajo entrenamiento. Cada sesión se supervisará para determinar la carga de trabajo y se calcula la preparación de los jugadores para entrenar para comprobar cómo están lidiando con las cargas de trabajo prescritas, esto implicará una combinación de medidas objetivas (GPS, VBT, Perfil fuerza-velocidad…) y subjetivas (RPE, Wellness…) (6)

Esta última fase constará de tres pilares que tendrán como principal objetivo el de maximizar el rendimiento del futbolista en fútbol base (12):

  • Desarrollo condicional.
  • Recuperación y capacidad de predisposición a la nueva competición o entrenamiento.
  • Manejo y reducción del riesgo de lesión.

REFERENCIAS

1.        European Club Association. Report on youth academies in europe [Internet]. 2012. p. 164. Available from: https://www.ecaeurope.com/media/2730/eca-report-on-youth-academies.pdf

2.        Myer GD, Lloyd RS, Brent JL, Faigenbaum AD. How young is too young to start training? ACSM´s Heal Fit J. 2013;17(5):14–23. 

3.        Rugg C, Kadoor A, Feeley BT, Pandya NK. The Effects of Playing Multiple High School Sports on National Basketball Association Players’ Propensity for Injury and Athletic Performance. Am J Sports Med. 2018;46(2):402–8. 

4.        Myer GD, Jayanthi N, DiFiori JP, Faigenbaum AD, Kiefer AW, Logerstedt D, et al. Sports Specialization, Part II: Alternative Solutions to Early Sport Specialization in Youth Athletes. Sports Health. 2016;8(1):65–73. 

5.        Lloyd RS, Oliver JL. The youth physical development model: A new approach to long-term athletic development. Strength Cond J. 2012;34(3):61–72. 

6.        Ryan D, Lewin C, Forsythe S, McCall A. Developing World-Class Soccer Players. Strength Cond J. 2018;40(3):2–11. 

7.        Van Hooren B, De Ste Croix M. Sensitive Periods to Train General Motor Abilities in Children and Adolescents: Do They Exist? A Critical Appraisal. Strength Cond J. 2020;42(6):7–14. 

8.        Read PJ, Oliver JL, Lloyd RS. Seven Pillars of Prevention: Effective Strategies for Strength and Conditioning Coaches to Reduce Injury Risk and Improve Performance in Young Athletes. Strength Cond J. 2020;42(6):120–8. 

9.        Lloyd RS, Radnor JM, Moeskops S, Meyers RW, Read PJ, Oliver JL. Applying Strength and Conditioning Practices to Young Athletes. In: Strength and Conditioning Sport-specific Programming for High Performance. 2018. p. 23–37. 

10.      Chena M. Modelo funcional estructurado para el entrenamiento de fuerza en el jugador de fútbol. Rev Prep Física en el Fútbol. 2018;27(1889–5050):14–25. 

11.      Boyle M. El entrenamiento funcional aplicado a los deportes. Tutor, S.A. Madrid; 2017. 255 p. 

12.      Walker GJ, Hawkins R. Structuring a program in elite professional soccer. Strength Cond J. 2017;40(3):72–82. 

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